La sororidad en la base de un camino de resiliencia y de progreso
21 November 2024|JRS Ecuador
En la ciudad de Tulcán, en la frontera norte de Ecuador con Colombia, confluyen distintas problemáticas sociales y económicas que afectan de manera diferencial a las mujeres migrantes, mujeres cabeza de hogar, en condición de discapacidad y sobrevivientes de violencia basada en género, unas problemáticas que agudizan sus condiciones de precariedad económica y falta de oportunidades.
Ante este contexto, desde Entreculturas y el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) Ecuador, en el marco del trabajo apoyado por Inditex, estamos generando espacios de protección y resiliencia que trascienden la búsqueda de soluciones inmediatas ante las necesidades de atención humanitaria y protección internacional, y se consolidan como un proyecto común de mujeres que, desde su diversidad, apuestan por construir nuevos sueños, sanar heridas, superar obstáculos y empoderarse.
Clara Moreno es la representante de “Creativas por la Vida”, un grupo de 15 mujeres cabezas de hogar y personas con discapacidad que se unieron desde 2017 para dar respuesta a las necesidades de alimentación de ellas y sus familias. Gracias a la Junta Parroquial de Urbina, dispusieron de un terreno para el cultivo de hortalizas y plantas medicinales para el autoconsumo, así como la oportunidad de aprender de mejor manera el ciclo siembra-cosecha-consumo. En 2019, descubrieron la huerto-terapia, que tiene como objetivo desarrollar procesos terapéuticos a través del cultivo de productos agrícolas orgánicos y plantas medicinales, a la vez que fueron ampliando el campo de distribución del fruto de su trabajo colectivo: además de lograr un consumo para ellas y sus familias, comenzaron a distribuir lo cosechado a otras personas de la comunidad.
En su caminar de cinco años, ellas han encontrado nuevas formas de vida, convivencia, trabajo colaborativo y cuidado mutuo, girando en torno a la relación con la Madre Tierra, su cultivo y la posibilidad de una alimentación sana y soberana. Su experiencia en ella es tan significativa, que le permite afirmar: “es muy bonito porque, no solamente se trata de cultivar, hay momentos en los que nos sentamos en el mismo lugar donde se siembra y conversamos sobre las cosas que queremos cultivar y cómo quisiéramos ver la huerta”.
La tierra, la siembra, el alimento y la vida se convirtieron en parte de su unión y de su sustento, e inspiraron mucha más creatividad en ellas y sus familias. En el 2021, con el acompañamiento de JRS Ecuador y el gobierno parroquial, lograron capacitarse e implementar un invernadero, un sistema de riego por goteo y la adquisición de las fresas a ser cultivadas. Además, lograron ser más visibles para la comunidad y también para la ciudad de Tulcán, por lo que han sido invitadas a diferentes ferias gastronómicas, de emprendimientos y de medio ambiente en la ciudad.
“Gracias al apoyo de JRS el emprendimiento”, nos cuenta Clara, “se ha fortalecido de manera estructural y sus integrantes han recibido también apoyo psicológico; esto ha motivado al resto de participantes a estar más unidas y a continuar con la actividad y a generar nuevos ingresos económicos.”
Clara quiere seguir aportando a la vida de su grupo: sueña dar muchos otros pasos con sus compañeras y que el grupo sea “una asociación y se integren más mujeres para que se fortalezca más; y aprender a hacer lo que siempre he soñado: pulpas de frutas y mermeladas”. El grupo también tiene como objetivo fortalecer la Caja de Ahorros y, para lograrlo, esperan cosechar las fresas para realizar mermeladas y helados, y también comercializar los productos agrícolas como hortalizas.
El apoyo a este emprendimiento no sólo ha impactado al grupo de mujeres fundadoras de “Creativas por la vida”, sino que ahora les permite sumar a más personas y beneficiar a aquellos que tienen necesidades en su comunidad.