Valores

Realización plena

La realización plena significa tomar una dirección distinta en nuestras vidas, que no se oriente a la acumulación de bienes, los intereses particulares ni la maximización del beneficio propio. Significa nuestro compromiso para darnos cuenta y actuar de modo coherente, respetuoso y pertinente frente a:

  • La dignidad propia y de cada ser humano, hacia una vida profunda.
  • La interdependencia, que nos lleva hacia una solidaridad natural.
  •  La armonía vital, que deriva del respeto al ritmo propio, al de los demás ya los de la naturaleza.
  • La aceptación de la realidad tal como es, para enfrentarla de modo oportuno, claro y adecuado.

Desde la perspectiva de la espiritualidad cristiana, la realización plena nos permite entender la calidad de vida de otra manera: gozar de lo simple, valorar la vida sin apegarse a lo que se tiene ni añorar lo que no tenemos.

Si nos apropiamos de esta categoría, fiel a la identidad cristiana e ignaciana del JRS, daremos coherencia a todos los niveles de acción de nuestra institución, alejándonos de los valores imperantes en este sistema social inequitativo e injusto: el mercado, la acumulación de bienes, los beneficios individuales, el dinero, entre otros.

Necesidades humanas fundamentales

La realización plena encuentra su concreción más específica cuando la relacionamos con las Necesidades Humanas Fundamentales (NHF). Dicho de otra manera: responde de modo adecuado y suficiente a las NHF es el camino más concreto hacia la realización plena. Estas necesidades son universales, finitas y valorables; es decir, son de todos los seres humanos en cualquier lugar del planeta; son limitadas y esto es muy importante, porque significa que no tenemos necesidades infinitas, que no terminan nunca, y es posible valorar si se satisfacen o no.

Se han identificado diez NHF, vinculados a dimensiones de la existencia: tener, estar, hacer y ser. Estas dimensiones son los cuatro campos de posibilidad para la realización plena, de los cuales tres satisfacen las NHF:

  • La restrictiva, que considera las NHF básicas en las dimensiones del tener y el estar, y deja a las personas en alta vulnerabilidad.
  • La insuficiente, si se busca satisfacer también las necesidades ampliadas hasta la dimensión del hacer. En este caso, hay más posibilidades de realización y es indispensable la construcción de redes interdependientes de solidaridad.
  • La busca adecuada la satisfacción de todas las NHF en los cuatro campos. Genera procesos cuyo horizonte es la vida misma, la vida plena.

Autonomía relacional

Es la capacidad de cada personapara resolver asuntos concretos en condiciones específicas. Sin embargo, para solucionar las cosas, siempre necesitamos a otros.

Trabajamos para la mejora del desempeño de las personas, las familias, los colectivos y los procesos de integración.

Esto es un “segundo escalón” hacia la justicia y la equidad. Acompañamos a las personas para que tomen el control de su vida en relación con otras personas y su entorno.