SENTIDO MISIONAL
Nuestro sentido misional, inspirado en la relación de nuestro trabajo con el amor, la justicia y equidad de la Iglesia y en el énfasis espiritual y de reconciliación de la Compañía de Jesús en el mundo, ha ratificado acompañar, servir y defender a las poblaciones refugiadas en el devenir de nuestra historia. Así, atentos y atentas a nuestra misión, caminamos por la senda del compromiso marcado por el Papa Francisco: acoger, proteger, promover e integrar a las poblaciones migrantes y refugiadas del mundo.
Acompañar
“Estar con”, acoger, escuchar con el corazón, tener cercanía personal y ser afines, en lo posible, a las necesidades humanas fundamentales de las personas a las que atendemos.
Servir
Hace referencia a la integridad con la que queremos colaborar para que cada persona que acogemos y acompañamos encuentre los caminos para acceder a una vida digna, justa, equitativa y armónica, y se sienta de la misma forma con sí misma, su entorno cercano, su comunidad, la sociedad que la acoge y el Creador.
Defender
Actuar sobre el terreno ofreciendo las mejores oportunidades posibles para que cada persona, cada familia, encuentre las condiciones de integración para reconstruir su proyecto de vida o construir uno nuevo. Así, sanará sus heridas y entrará al camino de la reconciliación, como forma de convivencia armónica en el nuevo territorio que la recibe
El Papa Francisco, en su mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado del 2018 nos invita a:
Acoger
- Compromiso concreto para la incrementación y simplificación de visados por motivos humanitarios y por reunificación familiar. Prever visados temporales especiales para quienes huyen de los conflictos hacia vecinos países.
- Abrir corredores humanitarios para las personas refugiadas más vulnerables
- Buscar alternativas a las expulsiones colectivas y arbitrarias de personas migrantes y refugiadas, especialmente cuando se realizan hacia países que no pueden garantizar el respeto a la dignidad ni a los derechos fundamentales.
- Alojamiento adecuado y decoroso.
- Garantizar la seguridad personal y el acceso a los servicios básicos.
- Preferir siempre soluciones que sean alternativas a la detención de los que entran en el territorio nacional sin estar autorizados.
Proteger
Garantizar acciones en defensa de los derechos y la dignidad.
En los países de origen:
- Dar información veraz y cierta antes de dejar el país, así como la defensa ante las prácticas de reclutamiento ilegal.
- En caso de retorno, desarrollar programas de reinserción laboral y social.
En los países de acogida:
- Garantizar una adecuada asistencia consular. El derecho a tener siempre consigo sus documentos personales de identidad.
- Garantizar acceso a derechos, como: justicia, trabajo, identidad, educación, libre tránsito, etc.
- Permitir la posibilidad de trabajar y la apertura de cuentas bancarias.
- Garantizar la cobertura de las necesidades básicas para la subsistencia vital.
Promover
- Trabajar con el fin de que todas las poblaciones (migrantes, refugiadas y de comunidades de acogida) puedan realizarse como personas.
- Garantizar a todas las personas extranjeras la libertad de profesar y practicar la propia fe.
- Promocionar la inserción socio-laboral: posibilidad de trabajar, cursos formativos lingüísticos y de ciudadanía activa e información adecuada en sus propias lenguas.
- Favorecer la reagrupación familiar, sin someterla a requisitos económicos.
- Asegurar atenciones y ayudas a personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas con discapacidad.
- Tener siempre en cuenta las necesitas de las personas migrantes y refugiadas, pero también de las mismas comunidades locales.
Integrar
- Promover espacios de enriquecimiento cultural: contribuyendo a un conocimiento mayor de las comunidades migrantes y de acogida.
- Favorecer la cultura del encuentro, multiplicando las oportunidades de intercambio cultural.
- Desarrollar programas que preparen a las comunidades locales para los procesos integrativos.