Áreas temáticas
Área Jurídica
El servicio jurídico integral que brindamos consiste en un proceso de acompañamiento –a través de orientaciones y patrocinios– para la promoción, garantía y defensa de la satisfacción de NHF de las personas en situación de movilidad humana, en especial, de aquellas en condición de migración forzada, refugio o en necesidad de protección internacional.
Partimos de un enfoque de realización plena, para que el respeto y la aplicación de la carta universal de los Derechos Humanos, basados en los valores, principios y normas universales propios de la dignidad de las personas que se refieren a la vida, libertad, igualdad, protección, participación política y bienestar social, sean una realidad.
Además, buscamos aportar, desde distintos mecanismos jurídicos, a que estas poblaciones encuentren en Ecuador la acogida necesaria para convivir de manera integral, justa y equitativa e integrarse en los procesos sociales y territoriales.
Área Psicosocial
Somos responsables del acompañamiento personal, familiar, grupal y comunitario, cuyo objetivo es restablecer de manera integral el SER de las personas, cuidando de manera especial su cuerpo emocional para que, junto al cuidado de su salud, de su capacidad de pensar y de su mundo espiritual, sea capaz de enfrentar los retos que implica la migración forzada.
Partimos de un enfoque psicosocial alineado al concepto de “dimensión comunitaria”, que busca comprender el modo en el que el contexto influye en los individuos y viceversa, y reconocer los traumas producidos por la estructura social, los cuales incrementan los niveles de afectación individual.
Ya que entendemos y aceptamos la interrelación entre lo social y lo psicológico, en esta área aportan profesionales en Psicología y profesionales especializados en temas sociales (gestoras y gestores sociales). De esta forma, coordinamos y nos complementamos para brindar una atención psicosocial de calidad.
Área Medios de Vida
Consolidar una línea temática de trabajo con respecto a medios de vida en el JRS Ecuador, nos impulsó a comprender que apoyar a las poblaciones en migración forzada y refugiadas, a garantizarles una entrada económica, requiere que nos articulemos a la reconstrucción o construcción de proyectos de vida justos y dignos. No es una necesidad individual o familiar de tener más para ser más; es una actividad que, de manera no solo individual sino también colectiva y comunitaria, permite dar sostenibilidad económica y sustentabilidad social a proyectos de vida que priorizan al ser en plenitud, con sus NHF satisfechas, sin caer en extremos consumistas ni de malgasto de los recursos que la creación nos ha proporcionado.
De esta manera, las nuevas relaciones que se construyen entre las poblaciones en migración forzada y refugiadas y los territorios y comunidades de acogida permiten encontrar caminos de solidaridad para entender que toda persona es migrante y que, desde esa condición, tenemos que asumirnos como parte de una misma especie que habita esta casa común. Debemos, por tanto, ayudarnos mutuamente para construir una vida de respeto, digna, justa y equitativa en todo sentido. Cada vez más conscientes, nos daremos cuenta de que tenemos que optar por caminos de subsistencia económica, identificados con el cuidado, la solidaridad en la vida en comunidad, y no por los caminos de las economías de mercado, en los que la preocupación central es el dinero, por encima de la realización plena
Área de Fortalecimiento Organizativo
El fortalecimiento organizativo de las poblaciones en migración forzada y en condiciones de refugiadas es esencial para la reconstrucción o construcción de sus proyectos de vida en los territorios que las acogen. Reconocer que somos seres que se relacionan con otras personas es fundamental para asumir la vida de manera colectiva. La solidaridad contiene los valores que permiten relaciones de respeto, ayuda y crecimiento comunitario.
Por tanto, desarrollamos acciones que generan encuentro, intercambio de experiencias y saberes, para construir nuevas formas de enfrentar las dificultades de la migración forzada. Animamos y acompañamos la construcción de relaciones basa[1]das en el respeto con las comunidades de acogida, fortaleciendo la autonomía relacional, el empoderamiento y la capacidad de participación de las personas, familias y grupos en situación de movilidad forzada.
El resultado es una participación y una integración activa en las dinámicas de gestión de lo público, en las comunidades de acogida. Gracias a nuestro trabajo, ratificamos que se trata de integrar y no de asimilar ni de incorporar. La integración es un proceso de ida y vuelta que se fundamenta en el respeto mutuo y el reconocimiento de las riquezas culturales y la historia del otro, que nos permite recuperar una convivencia armónica como especie.