Red Clamor y Cancillería dialogan sobre los retos de la movilidad humana en Ecuador
01 August 2025
Red Clamor y Cancillería dialogan sobre los retos de la movilidad humana en Ecuador
La Red Clamor Ecuador, a través de las organizaciones que conforman su equipo animador y acompañadas por el Nuncio Apostólico, Andrés Carrascosa, y el secretario general de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, David de la Torre, mantuvieron una reunión con el Viceministro de Movilidad Humana, Alejandro Dávalos. En el encuentro también participaron el subsecretario de Protección Internacional y Atención a Inmigrantes, Juan Veintimilla, y el subsecretario de Servicios Migratorios y Consulares, Saúl Pacurucu.
El encuentro tuvo como objetivo abrir un espacio de diálogo sobre los desafíos actuales que enfrentan las personas migrantes, refugiadas, retornadas y desplazadas internas en el Ecuador, en un contexto de creciente movilidad humana forzada.
¿Qué es la Red Clamor?
La Red Clamor es una articulación de más de 500 obras de la Iglesia Católica en América Latina y el Caribe, adscrita al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). Su labor se guía por los cuatro verbos propuestos por el Papa Francisco: acoger, proteger, promover e integrar. A través de esta misión, la Red articula servicios de atención directa, espacios de reflexión y formación, acciones de incidencia y comunicación, y trabajo en el eje de la trata de personas.
En Ecuador, el equipo animador está conformado por Cáritas Ecuador, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), la Misión Scalabriniana y la Conferencia Ecuatoriana de Religiosas y Religiosos (CER).
El diálogo en Cancillería
Durante la reunión, cada organización compartió los ejes principales de su trabajo en territorio. La Misión Scalabriniana destacó sus servicios y el sólido programa de medios de vida que, en los últimos 15 años, ha beneficiado a más de 18.000 personas mediante microcréditos y procesos de ahorro comunitario.
Por su parte, el Servicio Jesuita a Refugiados, que este año cumple 25 años de presencia en Ecuador, subrayó su enfoque en salud mental, educación y protección de niños, adolescentes y jóvenes, y mujeres sobrevivientes de violencia basada en género en servicios presentes en los territorios y la atención integral a familias en procesos sostenidos de inclusión que vayan más allá de la primera acogida.
La Conferencia Ecuatoriana de Religiosas y Religiosos visibilizó el trabajo de numerosas congregaciones que, en distintas provincias, brindan atención a través de comedores, casas de acogida y programas para personas en situación de vulnerabilidad, incluidas víctimas de trata.
Cáritas Ecuador, brazo social de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, presentó su alcance nacional en asistencia humanitaria, gestión de casos, apoyo para la regularización, y campañas de sensibilización sobre migración, refugio y desplazamiento interno, un fenómeno en alarmante crecimiento.
Desafíos de la movilidad humana
Las organizaciones de la Red Clamor expusieron la complejidad del contexto actual de movilidad humana en Ecuador. A partir del reconocimiento de Ecuador como un país de tránsito y acogida de migrantes y refugiados de nacionalidades como la venezolana y la colombiana, señalaron que existe un notable aumento del desplazamiento interno, que podría afectar a medio millón de personas a finales de 2025. La inseguridad generalizada, el riesgo de reclutamiento de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres por grupos de delincuencia organizada, la violencia de género —con alarmantes índices de abuso sexual contra mujeres en tránsito o asentadas en el país—, así como la discriminación y xenofobia, fueron identificados como factores que agravan la vulnerabilidad de estas poblaciones. También se destacó la dificultad de acceso a servicios básicos como salud, educación y justicia, especialmente en zonas de frontera.
Otro desafío abordado fue el acceso a procesos de regularización y documentación, especialmente para personas de nacionalidad venezolana. Debido al cierre de oficinas consulares en Ecuador, muchas enfrentan barreras económicas y logísticas para renovar pasaportes, apostillar documentos o acceder a visas, lo que limita sus oportunidades de integración social y económica.
Por su parte, el Viceministro de Movilidad Humana hizo hincapié en atender a las necesidades de la población ecuatoriana retornada de manera forzada, con acompañamiento para su reinserción familiar, comunitaria y social.
El compromiso del Estado y de la Iglesia
El viceministro de Movilidad Humana expresó su interés en mantener un diálogo permanente con la Red Clamor, con el fin de articular respuestas más efectivas frente a los retos de la movilidad humana. Reconoció que la colaboración con las organizaciones de Iglesia —presentes en territorio y con experiencia directa en la atención a grupos vulnerables— es clave para fortalecer políticas públicas, servicios de atención y canalizar apoyo internacional.
El Nuncio Apostólico, por su parte, resaltó la importancia de que la Iglesia y el Estado trabajen juntos al servicio de las mismas personas: “Si dialogamos, gana la gente; si no dialogamos, pierde la gente”, afirmó, subrayando que estas alianzas no comprometen la laicidad del Estado, sino que potencian la atención integral a quienes más lo necesitan.
Un llamado a la acción conjunta
La reunión concluyó con el compromiso de mantener una colaboración continua entre Cancillería y las organizaciones de la Red Clamor. En un contexto en el que la migración no regular y el desplazamiento interno plantean retos cada vez más complejos, este espacio reafirma la importancia de sumar esfuerzos entre el Estado, la Iglesia y la cooperación internacional para garantizar protección, dignidad y oportunidades a miles de personas en situación de movilidad humana en Ecuador.